¿Qué es lo más importante para ti? ¿Qué destacarías de tu empleo o empleos anteriores? ¿Cuánto de cercano a tus valores te encuentras o te has encontrado en tus empleos?
Hoy en día existe una gran insatisfacción laboral, dada por contextos laborales de estrés, baja conciliación familiar o remuneraciones muy por debajo del nivel de formación, además existe en muchos casos una gran desconexión de los empleados con los valores de la empresa, lo que dificulta bastante la productividad y disfrute del trabajo.
Vistas todas estas problemáticas relacionadas con la conexión entre trabajadores y empresas, habría que hacerse bastantes preguntas sobre donde acabamos trabajando, para que lo hacemos y porque toleramos empleos donde no nos sentimos en sintonía con los valores de la empresa.
En el artículo de hoy, voy a darte unas pistas para lograr encontrar tus valores clave, ver los beneficios que existen al estar alineado con tus valores y algún ejercicio para que puedas ir definiendo tu hoja de ruta hacia la búsqueda de empresas en base a lo que es más importante para ti.
Pero antes de todo esto quiero que sepas que son los valores y porque es tan importante tener claro los tuyos.
Los valores son tu FILTRO, son la guía que tienes para tomar decisiones coherentes con lo que quieres realmente. Alguno de ellos puede ser la LIBERTAD, lo que significa que posiblemente busques empleos donde te dejen llevar a cabo tus ideas, sin demasiadas reglas y con una mayor flexibilidad en la puesta en práctica de tus funciones. Otro de tus valores puede ser DIVERSIÓN, por lo que posiblemente estés cómodo en espacios laborales donde se busque un equilibrio entre la diversión y el trabajo.
Si tu empleo está alineado con tus valores y tienes constancia de ello, posiblemente sientas que estás donde tienes que estar, pero puede ocurrirte que te encuentres en la situación opuesta, y te veas en una empresa contraria a tus valores, lo que te hará tener una sensación de vacío, difícil de llenar con aspectos materiales como, por ejemplo, el dinero.
Por qué te cuento esto, pues para que veas el error en el que caen muchas personas cuando buscan trabajos sin una fase de reflexión. Imagínate que acabas de terminar una formación de diseño gráfico y comienzas tu búsqueda de empleo, no has pensado en lo que valorarías en tu puesto de trabajo por lo que comienzas a enviar CV a diestro y siniestro. Después de mil curriculum enviados te llaman de una empresa y eres escogido para el puesto.
No sabes nada de la empresa, y comienzas a trabajar, cuando llevas un par de meses te encuentras con que la cultura empresarial es autoritaria, no se fortalece el trabajo en equipo, y además se recompensa la competencia.
Cuanto te das cuenta estás en una empresa que no comparte tus mismos valores, tú eres una persona que aboga por la creatividad, libertad y trabajo en equipo cómo base fundamental para el desarrollo profesional, y poco a poco te vas marchitando. Piensas que estuviste meses esperando la oportunidad, que ahora es imposible encontrar otra cosa mejor, y te mantienes… ¿Cuántos meses? ¿Cuántos años? ¿Te viene a la mente alguna situación similar? ¿Has visto esto antes? ¿Quizás con un familiar? ¿Quizás tú mismo has sufrido esta situación?
¿Qué te parecería definir tus valores antes de meterte en la boca del lobo?
La mejor forma para lograr tener claros tus valores es haciéndote preguntas y analizando situaciones en las que te has sentido bien contigo mismo y situaciones que has sentido frustración, estrés o ansiedad.
En el crecimiento personal no tener claros tus valores puede ser parecido a navegar sin brújula, tomas acción pero no sabes hacía donde te llevará, dejas que las tempestades exteriores delimiten hacía donde dirigirte. Por ello, te voy a explicar los beneficios de vivir alineado con tus valores.
Alguna vez te has puesto a pensar sobre la cantidad de horas que pasas en tu puesto de trabajo. Un empleado medio en España dedica a su empleo al año unas 1.700 horas más o menos, si un año equivale a 8.760 horas. ¿Cómo te quedas? Muchas horas para no estar en un empleo en el que nos sintamos bien… ¿Para que trabajas entonces?
Tener claro tus valores te va a dar un sentido, cuantas más veces te preguntes ¿Para qué haces lo que haces? Más cerca estarás de encontrar tus valores clave. Y cuando los encuentres sentirás grandes beneficios cómo:
Cuando te encuentras en sintonía con tus valores tienes una sensación de COHERENCIA que se materializa en una mejor toma de decisiones. Si algo te molesta, quizás un trabajo donde no se valore la conciliación familiar, puede deberse a que uno de tus valores principales sea la FAMILIA, y conocer ese valor te da la libertad de actuar en consecuencia para alinearte con él.
Por ejemplo, quizás pidas una reducción de jornada, busques un trabajo con mejores condiciones y horarios, busques una excedencia, o desarrolles tu empleo desde casa. Al conocer lo importante que es para ti tu familia y darle el lugar que merece en tu vida estás estableciendo tus prioridades.
¿Cuántas veces has hecho algo para agradar a los demás y te has sentido fatal por ello? Al definir tus valores y establecer tus prioridades también estás abriendo la puerta a la definición de objetivos acordes a lo que realmente quieres.
Por ejemplo, Puede que lo que realmente te apetece sea estudiar trabajo social porque consideras que valoras el trabajo en equipo, ayudar a los demás y la responsabilidad social, sin embargo tus padres quieren que estudies ingeniería, porque tu familia es de ingenieros y esta profesión tiene mucha salida, pero no está en sintonía con tus valores. ¿Cuántas veces habremos escuchado de alguien que ha estado en una situación parecida?
Explorar cuanto antes tus valores, también te va a ayudar a definir mejores objetivos, más completos, más tuyos, con más posibilidades de ser conseguidos, piensa en tus valores cómo algo que expresas al exterior, que te impulsa a seguir hacia delante.
Los valores te permiten encaminar tu vida, elegir entre una situación u otra, te da un marco de actuación, mostrándote las cosas que más demandas en tu vida y las cosas que no vas a tolerar, por lo que la toma de decisiones se hace más nítida.
Por ejemplo, si te encuentras trabajando en una empresa donde tienes poca autonomía, y sabes que este es un valor clave para ti, posiblemente tu toma de decisiones sobre buscar otro empleo o quedarte en la empresa se torne más clara.
Si tu valor clave es la tranquilidad, en los momentos o espacios donde se den situaciones de tranquilidad, tu rendimiento será mucho más óptimo. A mí personalmente, la tranquilidad me hace disfrutar mucho del momento, y rendir a niveles mucho más rentables que en un espacio o trabajo donde tuviera que estar constantemente en tensión, pero existen otras personas que prefieren entornos de estrés donde sacan a relucir todo su potencial.
Para encontrar un empleo donde puedas sentirte motivado, tienes que tener en cuenta aspectos como tus necesidades y valores, si tu valor principal es tener relaciones con otras personas de amistad, será importante que en la empresa donde quieras trabajar exista una cultura de cooperación y trabajo en equipo, más que una cultura de competición y búsqueda de resultados a toda costa.
Por ello, te voy a mostrar un ejercicio para que puedas definir tus valores de forma que puedas crear una estrategia de búsqueda de empleo alineada con tus valores
Haz una lluvia de ideas con todos los valores que se te ocurran, hazte preguntas del tipo, ¿Qué te movía para dedicarle horas a tu trabajo anterior? ¿Qué te impulsa a relacionarte con otras personas? ¿Qué es más importante para ti en este momento? ¿Qué acciones te hacen sentirte bien cada día? Indaga en tus necesidades, indaga en tus experiencias, y escribe todos los valores que se te ocurran.
Quizás lo que te impulsa a relacionarte con otras personas sea el amor, amistad, placer, alegría… o quizás los aspectos más importantes para ti en este momento sean la familia, el equilibrio, o el aprendizaje.
Sea como fuere, escribe 20 valores. Puedes ayudarte de listas que hay en internet e imaginarte cómo esos valores están presentes en tu vida.
Cuando ya tienes la lista de 20 valores, vas a empezar a descartar los que consideres menos importantes, hasta quedarte con los 10 más importantes, y de ese grupo de valores acabarás escogiendo los 4 o 5 que sean más importantes para ti en este momento. Para llevar a cabo esta fase de forma más sencilla, hazte preguntas sobre los valores escogidos y reflexiona sobre tus experiencias pasadas.
Puedes preguntarte:
Localizar cuáles son tus valores principales y lograr definir lo que realmente significan para ti son los dos momentos claves del proceso. Existen muchos valores y cada persona tiene una interpretación de lo que significa relativamente distinta.
Para que te quede más claro, si dos personas miran una silla, cada una de ellas se fijará en distintas cosas, y por lo tanto la silla no será igual para las dos. Con los valores pasa igual, hay que definir bien tus valores para ver si encajan con la definición de las empresas a las que quieres optar. Define qué significa para ti y traduce tus valores en acciones que puedas llevar a cabo.
Por ejemplo, para mí la tranquilidad es poder estar en un contexto con poca presión, donde se pueda fluir, y dejarse llevar por la creatividad, con ausencia de estrés y momentos de relajación y conexión con los compañeros y con el propio trabajo.
Si esto es lo que yo entiendo por tranquilidad, puedo ver que trabajos o empresas tienen en su estructura una forma de trabajar lo más parecida a estas características.
Una vez definidos tus valores, tienes mucho terreno ganado para encontrar la motivación que hace falta para conseguir tus objetivos y moverte por el mercado laboral, siendo más consciente de los entornos donde estarás más a gusto y los que no.
Además el tener localizado tus valores te hace valorar los momentos de disgusto que podían haberse producido con anterioridad en tus empleos anteriores y sacar conclusiones de porqué sentías que algo no encajaba.
Por ejemplo, si has estado en una empresa donde tenías que vender sus servicios o productos y es un aspecto que detestas, puedes profundizar en porque te hace sentir mal esta acción, quizás no este alineada la forma de vender de esa empresa con alguno de tus valores principales. Cuando eres consciente de que esa es la razón, te será más fácil adaptar tu empleo a tu consideración de lo que debe ser ese trabajo.
Haz una reflexión sobre porque unos empleos hacían que estuvieras con energía y centrado y con otros pasaba lo contrario. La clave del autoconocimiento son las preguntas, hazte todas las que puedas y ve rascando la superficie de tu consciencia para encontrar los verdaderos problemas que te hacen bloquearte.
Una vez delimitados tus valores y reflexionado de forma profunda sobre lo que implican para ti tenerlos presentes en tu vida personal y profesional, es hora de PONERSE EN ACCIÓN.
Planifica tu objetivo, y prepárate para realizar una búsqueda intensiva de las empresas o profesiones que más se adapten a tus valores. Puedes estudiar los sectores profesionales por medio de las redes profesionales, la recolección de información de las ofertas de empleo, la investigación de las páginas web de las empresas o la creación de una red de contactos que te pueda explicar cómo se trabaja dentro de las empresas que te interesan.
La cuestión es buscar entornos donde puedas crecer personal y profesionalmente, disfrutar de tu trabajo y conseguir tus objetivos.
Ten en cuenta esto:
Observa y vigila tus valores, se consciente de si encajan o no con su puesto de trabajo. Tus valores cambiarán en algún sentido a lo largo del tiempo y también los valores de las personas de tu alrededor. Pero nunca te rindas en la búsqueda de sintonía entre tú y tus valores. Esta es una de las pocas maneras de asegurarte la satisfacción en tus entornos laborales y personales.
Muchas gracias por leerme. Si crees que con está información puedes ayudar a alguna persona en su búsqueda de empleo, !COMPÁRTELO EN LAS REDES!.
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